QUE LA TORTILLA SE VUELVA!

Ghandí vivió-muriendo, hizo de lo que define su vida, su muerte. En medio de un conflicto imposible, su sistemático ayuno y su promesa de martir, su sentimiento de libertad y paz también podríamos decir, ha logrado resolver aquello que es un genocidio, aquello que son politicas publicas, aquello que se es parte del juego del poder.

Lo paradójico debería saltar a la vista, es que Ghandi derrota todo un aparataje basado en al violencia y el poder gracias a su paz y entrega. Qué doble paradoja se da cuando la lid se dio en el mismo campo de batalla. !Politicamente incorrecto es dejar morir a Ghandí! ¿ya han sido miles porque detenerse en aquel?. Respetar la vida de ese lider es un pacto político y no simbólico que hay que respetar. No es un pacto basado en el respeto a la vida en su singularidad, en la particularidad de un otro, anónimo en todo aspecto menos en el hecho de que devuelve mi imagen.

Mientras no sea solo por definición que la ética de la conveniencia prime para los poderosos, ganaremos cambios de bandos, tortillas volteadas, algunas veces como Ghandí Paz y libertad, y la mayoria mierda! mierda!

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