ÉTICA Y SUBJETIVIDAD: SPINOZA Y LACAN
TERCER ESPACIO Y PSICOANÁLISIS
MIENTRAS TODOS DUERMEN...
CRISIS: RESISTENCIA SUBJETIVA, BIGDATA Y LAZO SOCIAL
CEREBRO Y LENGUAJE: ¿Es posible una aproximación multi-paradigmática?
EL PROPÓSITO DE LA EXISTENCIA Y LA SUBJETIVIDAD
CRISIS DEL PSICOANÁLISIS <> CRISIS DEL PSICOANALISTA
HUMANOS
INCONTABLE
las realidad humana esta constituida por los registros real, Imaginario y simbólico. No sólo en como lee el mundo una subjetividad, sino en la realidad en su mas extensa e expresión, esta tanto el órgano, es decir el cerebro, así como el mundo natural en sus límites físicos o en nuestra existencia social... En este sentido, como un fractal, la relación r, s, i, se repite infinitas veces, ese es el eterno retorno, esa es la verdadera repetición, sintoma y Real, más que agujero es un infinitesimal e incontable...
TEORÍA DEL SIGNIFICANTE
La singularidad esta marcada por las relaciones meramente significantes que tienen como efecto un sentido en tanto las liga con lo significados que están en el campo del Otro, significados que no tienen un sustrato independiente de la subjetividad al modo platónico; sino que se transmiten en tanto la conciencia permite acotar un cierto sentido que permita su transmisión. Lo que de esa transmisión queda por fuera esta fuera del campo de la conciencia pero en tanto ausencia opera condicionando los efectos que el lenguaje tiene sobre el ser hablante.
GRAMÁTICA UNIVERSAL Y VACÍO OPERANTE
¿Se podría proponer que el vacío operando de las especulaciones psicoanalíticas puede ser el operador que explicaría las preguntas en torno a la adquisición del lenguaje y el efecto de subjetividad y conciencia que produce en un cuerpo? Esta es una hipótesis que debe ser trabajada.
MULTIVOCO Y EQUIVOCO: SUBJETIVIDAD ARTIFICIAL
La posibilidad del icc en tanto estructurado como un lenguaje es posible solo en la medida en que dicho lenguaje permite la multivocidad y la equivocidad. No sería posible las formaciones del inconsciente, por ejemplo el chiste, de no haber en el lenguaje la posibilidad de que un significante no sea identico a si mismo. En programación esta caracteristica no es deseable, debido a que el procesamiento de la información debe cumplir con algoritmos que no computen los datos y tengan como salida diversos resultados.
Todavía es un misterio la diferencia entre el tratamiento de la información que produce una máquina y el tratamiento de la información que produce un cerebro, sin embargo la subjetividad que no tiene como sustrato lo orgánico aunque este sea un sustrato necesario, necesita de la función del lenguaje natural que permite la multivocidad y la equivocidad.
¿Cómo estas funciones actúan en la subjetividad? Porque son una condición sine qua non de la subjetividad. Es posible introducir estas funciones en el ideal de la inteligencia artificial para responder a la pregunta por una "subjetividad artificial".
SUBJETIVIDAD VIRTUAL, SOLEDAD SUBJETIVA: MEMORIA Y RESISTENCIA
Los procesos tecnológicos permiten manipular la materia para que se puedan realizar operaciones de computo más eficaces. Toda este campo científico se sostienen principalmente en la manipulación del objeto de la información. La información no es otra cosa que una huella, como aquella que Freud dibujo para su amigo Flies en la famosa carta 52. Una huella como la que deja el significante lacaniano. Es la huella, la marca la que permite operar con la información, una marca que puede tener la complejidad de un prendido o un apagado, hasta toda una serie de combinaciones, es decir de conexiones, de relaciones. La teoría de la información no es otra cosa sino la teoría de la memoria y de las operaciones que realiza. El inconsciente es memoria.
Todos estos avances tienen aplicaciones infnitas desde el entretenimiento hasta la salud. Podría decirse que algunos científicos miran incluso con vértigo como el proyecto genoma humano y la manipulación de la infromación genética, así como el uso de nanotecnología, apunta decididamente a la simulación de un cerebro. Del órgano encargado, mediante una red neuronal sumamente compleja, computar toda la información de tal forma que pueda generar una conciencia, que pueda a su vez tener una función reflexiva y diríamos ¿Qué implique una subjetividad?
Si bien el psicoanálisis evidencia que no somos seres de libre albedrío, hay una brecha en la sobredetermonación discursiva y significante que deja un vacío y que es en ese lugar en el que el deseo emerge y tiene como efecto un suejeto que lo padece. Hace falta hacer valer la brecha entre enunciado y enunciación que remarca el psicoanálisis lacaniano, para ubicar la imposibilidad en el cálculo de la subjetividad.
Al final del algoritmo en la máquina (sea esta electrónica o biológica) debería quedar un lugar vacío que no pueda ser llenado por un algoritmo que lo resuelva. Ya que mientras exista dicho comando no habrá posibilidad de que la máquina se pregunte ¿Qué quiere de mi? Esta pregunta es posible solo en tanto la información que nos viene del otro esta oradada, en tanto no hay algoritmo de completud. La ley de incompletud de Godel.
La soledad irreductible del sujeto, es quizas uno de los lugares de resistencia que debe ser rescatado frente a unas promesas de control en el que la emergencia de la intención humana hace saltar la alarma de los protocolos necesarios para que el error humano no sea posible, es decir el deseo, que muchas veces encuentra puntos de desfogue en la pulsión de muerte. Qué valor tendrá el arte que se limite por la complejidad de procesamiento de una sibjetividad cyborg, que valor tendrá su palabra.
El Uno y el Ser
no me hagas olvidar... La realidad no es continúa, es discreta. Las unidades que contiene la realidad es contable, se mide en los hechos significantes que se producen cada vez que se nombra una palabra. Cada vez que esto sucede la memoria hace su trabajo y construye un supuesto trazo que hace huella, en una red con códigos particulares y singulares de acuerdo a las experiencia que forman a un sujeto.
Por ello un paciente va ha hacer memoria, es decir, a decir aquello que no quiere decir, a que se le salga negándola, soñandolo, o despertando.
Cada vez que la discreta realidad se inscribe como huella que forma cadenas y mallas, es decir superficie, el tiempo pasa.
Esa es la realidad del tiempo, ese es el ritmo en el que envejecemos.
El tiempo pasa mas rápido cuando nos divertimos. Cuando somos creativos, jugamos y relacionamos. Cuando nos quedamos detenidos, atados, heridos, cuando no vivimos, el tiempo es un enemigo. El tiempo de la realidad es el que no conocemos ni podremos conocer, por ser externo al sujeto . El tiempo del real es igual de imposible, por ser lo más íntimo. Pero el Uno y el Ser no son lo mismo.
GOCE Y CULPA
¿Cual es la relación entre el goce y la culpa?
El placer, éste es la condición necesaria para establecer la culpa, y con ella sostener un goce. Dicho placer puede ser subjetivo, y entonces se pone a la mente como la causa de un padecimiento en el cuerpo. Esta visión obedece a la ya inconsistente diferencia entre la materia y el espíritu, entre el cuerpo y la mente. No es la mente quien piensa, es el cuerpo. Lo que llamamos mente no es producto de un órgano, son todos los órganos, es el cuerpo en su integridad que es hablado. Y la pierna escucha a través de los oídos.
El sentido del cerebro como órgano, es el de sentirse a si mismo. Esta sensación es la que llamamos vida, conciencia de sí mismo. Para ello es preciso sin embargo, la función del espejo. Posible solamente, gracias a que antes de que exista cuerpo, es decir, de que e niño pueda sentirlo fragmentado, antes de que el cerebro recién estrenado afine su sensibilidad; ya en ese momento, Otro de un otro hablaba a ese cuerpo y le enseño a escuchar y hablar .
No somos la cabeza....
Es por ello que el placer, que no es más que la sensación que recibe el cuerpo de sus estímulos, produce la culpa. Culpa siempre que debe ser atestiguada o inscrita en el campo del Otro, otro a quien dar cuentas, Otro de la ley, de lo prohibido.
Esta prohibición, se sostiene principalmente en lo censurado de la soledad escogida. Ni la especie ni el individuo humano se vuelve tal en la soledad, solo quizás la locura nos de la certeza de un Otro que nos hable. Pero hay que estar loco para aisalarte, el egoismo es juzgado duramente, no hace lazo social, no paga impuestos, no es parte de todo, de la comunidad. La entrada a la familia, es ya una exigencia mediante un chantaje: mientras vivas bajo mi techo.... me perteneces. Es decir, mientras no logres "matar"al padre de la horda primitiva. Este es el Edipo, perder el amor del padre o de la madre es el miedo y el chantaje utilizado para la obediencia. La autosatisfacción es mal vista precisamente porque hay un cierto juicio sobre el goce solitario del otro. El placer procurado a sí mismo, da cuenta del tabú, de lo prohibido. y el goce en tanto exceso brota de la culpa.
La instancia super yoica del Otro inscribe la culpa en el placer, y no hay palabra dirijida desde el Otro que no encuentre su resonancia en el cuerpo necesario para materializar nuestros dichos.
UN DECIR
SUJETO Y RESISTENCIA
PERDIDA
Desde nacer perdemos, nos extraviamos pero también crecemos. Hay una edad sin embargo en la que al fin nos encontramos perdiéndonos, un poco solos, pero con la promesa de un futuro que es la reivindicación de un presente infinito.
Adolescemos en ese entonces del tiempo, y no somos conscientes de la mortalidad hasta que llegando a cierta experiencia comprobados que no somos inmortales mientras perdemos la vista, el oído, la vida. Y entonces recordamos que el enigma no es que es la vida, sino que nacemos para experimentar y acoger la muerte.
UNA NOCHE LARGA
Ya en soledad, le asalta un argumento que no terminaba de dar forma obligándolo a descifrarlo. Lo buscó en sus pensamientos, era una idea vaga, algo inquietante que lo llevó a espiar viejos cajones. Recibos que perdieron su importancia, regalos de mal gusto ajenos al desgaste, fotografías de gente que no reconoce, unas viejas cartas de amor que apartó sin interés y ahí estaba olvidado, un escrito en el que ya no se reconocía. Era un cuento con poco estilo, sin mucha técnica y demasiado largo para su propio gusto, seguro uno de esos primeros ensayos en la academia. Narraba una escena policíaca llena de lugares comunes, un testimonio, una vecina testigo, un transeúnte cómplice, una historia de amor; todo giraba alrededor de la muerte de una mujer abrasada por el fuego. Irene volvería en unas horas y sintió la prisa de corregir el cuento, como quien elimina las huellas de un crimen. Se enfrascó en cavilaciones, pasó de la pluma al teclado, pero la historia se resistía a sus recursos literarios. Quiso justificarlo con sus acostumbrados bloqueos creativos, hasta estuvo a punto de reconocerse cómo un fracaso, pero no pudo ver que le faltaba una causa, un argumento que no le pertenecía. El portazo anunciaba el regreso y un motivo del crimen que le era ajeno.