SUJETO Y RESISTENCIA

Si suponemos un movimiento con sentido y dirección natural, de tal modo que la acción necesaria para realizarlo sea un devenir llano, dicho movimiento no sería tal. Al menos el vértigo que produce el cambio de velocidad que condiciona los obstáculos estaría eliminado, y en un constante transito quizás el efecto vertiginoso de dicho movimiento se anularía. Si aproximamos el recorrido de una existencia a la analogía por el movimiento, diremos que todo recorrido es posible solo en tanto no haya inmovilidad. ¿Acaso es posible la inmovilidad, o un movimiento constante y sin aceleraciones u obstáculos?

Resistir puede implicar un trabajo, pero hay que tomar en cuenta que si la vida es un trabajo es porque nos resistimos a la resistencia. Hacemos un esfuerzo por no resistir, hacemos un esfuerzo por subirnos al movimiento constante, anhelado, que nos prometen los ideales donde todo fluye a la cadencia adecuada. Adecuarnos al movimiento es también un trabajo que implica la elección de no resistencia. La normalidad es también una elección y no un lugar natural desde donde tenemos la suerte de mirar cómodamente la realidad.
Si para el psicoanálisis la resistencia es un obstáculo en la dirección de la cura, el psicoanálisis por otra parte es un obstáculo para la dirección de los ideales e imperativos que sanciona el Otro que heredamos y sostenemos. El psicoanálisis no solo trabaja con la resistencia, es una resistencia; resiste y es desde esa condición que no tiene, ni debe, obedecer a los caprichos del mainstream. No tiene porque ser una ocupación ideal, ni la promesa de una panacea o la restitución de lo perdido. No es un lugar cómodo o de relajación. Es un lugar de trabajo, un lugar de resistencia consigo mismo, donde la promesa es la de los efectos de libertad que tiene el recorrer la verdad de los modos de goce en los que se teje nuestra existencia, llevada a la experiencia de lo imposible.

Si es entonces la resistencia y no un fluir llano lo que marca la cadencia de nuestra existencia, ¿Desde donde posicionarse para resistir? La verdadera resistencia no puede ser la sin causa ni el vuelco de esfuerzos a contrapelo en lo contrario; pues en el primer caso se vuelve un pataleo y el segundo demuestra solo nuestra condición de esclavos. ¿Resistencia contra qué? Acaso existe amo al cual resistirse, cuales son los discursos amo, las palabras amo, los estereotipos, las configuraciones, las ciudades, los modales, los trazados, los significantes amo, ¿cuales no lo son?. Cómo resistirse a un amo que se reinventa a cada paso, cómo resistir sin cambiar simplemente de bando, sin quedarse en el berrinche o sin erigir un nuevo totem. 

La pregunta por la libertad retorna donde no podemos por estructura ser libres de nosotros mismos. es por ello que hay que entender que la libertad no puede ser un estado de reposo o un movimiento continuo sin interrupciones donde todo mandamiento queda abolido. La libertad tiene como condicion sine qua non a la decisión, es decir un camino siempre abierto a la contingencia que implica lo que es posible y lo que no. Decidir es condición de deseo, y deseo es condición de sujeto. Siendo solo el sujeto quien pueda soñar con la libertad. Siendo solo el sujeto quien pueda resistirse. 

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