EL TEJIDO DE BOURGEOIS EN LA PIEL QUE HABITO


Escena: La piel que habito, Almodovar

El arco de la histeria: Bourgeois


Las figuras de Louis Bourgeois repasan el quehacer de aquella gran araña-madre que teje y desteje un cuerpo con el hilar significante. Pertinente para Almodovar es el material que brinda Bourgeois con su producción alrededor de su vida y sus conflictos que fueron tendidos en el diván y cuestionados por el interés de esta artista en el psicoanálisis.
La piel que habito es el título de la película de Almodovar donde hace referencia a Louis Bourgeois no solo en el aparecimiento de su obra sino en esa metáfora del cuerpo tejido, de una madre modista, de padres ausentes, de una forma helicoidal proteínica que muestra el revés de un conflicto situado en el origen.
El cuerpo no es tejido de carne sino significante, la verdadera transformación no termina con la última sutura de un médico, sino con el nombre que da un amante. Desde ahora te llamarás Vera. No será ya más Vicente. El nombre propio es lo único que no es compartido a pesar de ser común, siempre es propio. No será lo mismo un Vicente que otro, y es que el título da cuenta de la extrañeza de aquella piel, en la que se habita, no se es.
La película tiene como hilo sutil un conflicto de origen, dos hermanos de una misma madre, el Dr. Robert hijo ilegitimo de la doméstica que será su cómplice. En la memoria está algo reprimido respecto al origen. No es natural el lazo entre el cuerpo y la identidad, hace falta algo más que un genital para dar cuenta de la masculinidad y la feminidad, así como hace falta algo más que un espermatozoide y un óvulo para dar cuenta de la paternidad y faltará incluso el cuerpo para comprobar quienes somos. La piel, borde que delimita imaginariamente el yo, donde habita un sujeto efecto de la pregunta por el otro, paradoja del exilio del si mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario