A LA MAR


Otro día más y la rutina echaba tierra a sus sueños de ser marino. El viento te lleva donde debes estar se decía a si mismo, mientras opacaba con terrones  los brillantes adornos de los cajones donde descasarán los ricos. La rutina es como la muerte, agregaba cada vez que terminaba su mate junto a los suntuosos rosales que regaba cada tarde. Ahora que su resignación se rindió y le invade el mismo silencio de siempre. Tendré que buscar un nicho en la mar, porque en esta tierra no habrá quién sepultará a los sepultureros.

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