Si
estamos condenados es al deseo.
El
delirio vendrá a proteger al psicótico
de la angustia como el síntoma protege al neurótico. El Documental “Tarnation” de
Jonattan Caquette, que cobra otro sentido cuando al final del film aparece el
nombre del protagonista como productor. Un documental autobiográfico que
recopila filmaciones recopilada desde la niñez de Jonattan. Este film rompe la
objetividad esperada de los documentales para abrirnos paso en este bucle
lógico del protagonista-productor. Hay que meterse en la escena sabiendo que se
está por fuera. Hay que inventarse unos subtítulos, quizás una voz en off, de
un tercero, de un Otro que medie esta transición.
El
documental me hace pensar en la función de la Escena. Los sueños están estructurados
por escenas en la que el inconsciente se produce utilizando el material que
tenemos a la mano. El sueño en su condición de escena produce un contenido
latente continuo, accesible solo gracias a la discontinuidad de la palabra,
algo de dicha escena quedará por fuera en la traducción a lo simbólico, dando
paso a un resto, a un Real a un ombligo del sueño presente en la medida en que
ese sueño nos irrumpe nos llama a contarlo, a guardarlo, a olvidarlo.
La
producción de cine en Jonattan hará quizás de hilo conductor de las escenas de
su vida, esta cadena que ordena y da sentido a los vacios y preguntas esta
evidentemente dirigido a la mirada de otro, hecho para ser visto, escuchado. La
sublimación es una manera de hacer algo con la pregunta por el deseo y por las
que el deseo impone. Si no fuéramos
sujetos tachados, sujetos de deseo no haría falta hacer arte, cine,
arquitectura, no se daría valor a lo inútil como ser el primero en recorrer 100
metros, solo posible gracias al reconocimiento simbólico de otro, a la diferencia,
y también a las jerarquías, la lucha de
clases.
Si no fuéramos
sujetos de deseo, el síntoma no haría falta, o la falta no haría síntoma. ¿Quién
no ha construido alrededor de esta falta su propia producción ficcional
necesaria. La novela familiar del neurótico, su particular teoría sobre el
padecimiento. En la paradoja de ser productores, espectadores y protagonistas
de nuestras vidas habrá que inventar un síntoma que una las escenas.
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