RENUNCIA

La libertad es renunciar a ella, los entes condenados a ser libres no seremos capaces de vencer el pecado de la renuncia. Lo último a lo que nos aferremos será  la renuncia, mejor que se mantenga incólume, perfecta sin vestiduras seduciéndo con sus vestidos largos y su cara oculta. La mantendré siempre lista para despertarnos al final del sueño. No estaré dispuesto a dejar mi renuncia y vivir en soledad durante tanto tiempo, porque dejar la renuncia es olvidar la muerte, es olvidar la condena pero también la libertad...

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