En la vida para que las cosas existan tienen que pasar, es decir la vida misma no sólo tiene que suceder sino pasar. Pasar de largo como un tren, que sea cual sea el destino tiene que pasar, pues si se detiene ya no estaría uno vivo.
Me recuerda aquella frase : se te pasa el tren. Si seguimos en rigurosidad espinoziana, según nuestro axioma anterior, las cosas deben pasar, e incluso habrá que decir que no hay que detenerse a pensar, sino que hay que pasar de pensar, pues ¿si dejamos de pensar, que puede pasar?
Evidentemente el tren para ser efectivo como herramienta que de fin al mundo personal, tiene que no detenerse. Entonces el pase es algo relativo, pero seguro que pase lo que pase no es lo mismo pasar por la vida, que la vida sea esa cosa que le pasa siempre a uno.
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