Camino que ha de ver pasar los sueños de las putas que se van
sin cobrar, las armas atascadas de los que no han de disparar, las
gracias de los olvidados inmortales. Espada de Damocles pende del hilo que
sostiene un tic tac que presiente este
destino. Nadie habrá que diga que el camino nos deja sin salida a la orilla de
otro río. Dejemos pues de pasar por el ocaso y demos paso a paso la venida a
este exilio. Sigamos frente a frente y lado a lado arreglando este tropiezo de
oraciones, este libro sin canciones este final avanzado.
Nostalgia es el nombre del silencio que presiente que estoy
preso en mi destino, no sé si existirá otro camino, si lo sé no lo confieso.
Pretendo tropezar en el zaguán buscar una canica en el desván, quisiera
remendar mis pantalones, dejar sueltos los cordones agujerear mis bolsillos.
Pretendo detenerte en un poema, saciarme las angustian del domingo, viajar
entre planetas al olvido entre sueño y cobijo en el día y las tinieblas.
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