EL SINO DEL DESEO

El sino del deseo nos atraviesa necesariamente, estando condenados a desear nos avocamos ha hacer algo con el deseo.  La lectura del Malestar de la Cultura de Freud, es siempre vigente, y deja a muchos con un sabor a pesimismo. No existe ideología verdadera que nos libere del malestar. No hay metalenguaje que diga la verdad y la libertad se vuelve una utopía.
Hacer valer nuestra condición de deseantes: ¿será encasillarnos por omisión más aun en el estatus quo?  Tomando una posición como desde fuera del mundo, más allá del bien y del mal, cuidándonos de ideologías y partidos, o se vuelve una condición liberadora reconocida justamente desde la falta que lo permite.  Claro siempre queda lugar para perderse en la paradoja.

2 comentarios:

  1. Me parece que la reducción de nuestros deseos a pulsiones eros/tánatos es el principio de ese malestar. Cuando consideramos al ser humano como un ente físico, psicoafectivo y espiritual, es posible que la sublimación de esas pulsiones (siguiendo el lenguaje freudiano) nos dé la satisfacción que buscamos. Porque poder ser algo más que meros entes materiales nos permite descubrir nuestra libertad. Y ser felices. Y creo que no he caído en ideologías o partidos.

    Saludos.

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  2. Quizas la libertad misma es ya una ideología, sin embargo me parece que no podemos no estar avocados a la busqueda de un sentido, considero que esto es precisamente lo que nos define. Freud tampoco escapa a su deseo y eso precisamente entre otras cosas da nacimiento al psicoanálisis. Hay que seguir con nuestra busqueda Pedrito, agradezco que este sea un espacio donde podamos compartir este camino.

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